Friday, May 21, 2010

Y se quedó sin voz antes de poder decirlo todo

Llegaste sin decir hola y te sentaste en el pupitre de al lado. Ese que tenía escrituras de los Rolling Stones y unas marcas de viejo en su madera. Esa camiseta vieja y el pelo de un recién levantado me hicieron insinuar que no eras uno más del montón de gente. A veces se cruzaban algunas miradas o te inclinabas para mirar que escribía.
Con algunos meses aprendiste que yo podía conjugar perfectamente con vos y empezaste a disfrutarme. Recuerdo haber pasado muchos veranos recostados en el techo de esa casita de paja que encontramos en la playa, hablando de nuestros amores. Claro que los míos, eran imaginarios. Incluso el último día cuando me apretaste la mano para decir adiós, tuvo una fuerza diferente. Tenía la necesidad de no soltarte nunca y permanecer así, sujeta a tus dedos fríos de pianista resignado.
Hoy a veces te vuelvo a encontrar, en algún espejo, en algún rincón. En algún momento de nostalgia, en alguna cajita de cartas deterioradas o en algún olor en las carpetas de la escuela. Incluso a veces me hablás, siempre preguntándote dónde habré dejado mi valentía ¿Qué fue de esa eternidad que nos prometimos? ¿Cómo se perdura con un amor que se diluye en la memoria?

Sunday, May 16, 2010

Feliz domingo

Los domingos son el cáncer de las solteras. No mintamos más. La mayoría de nosotras, (pongámosle el 95%) lo único que hacemos es dar vueltas en pijama, comer, mirar televisión, hablar por teléfono con amigas y perder el tiempo en la computadora. Y podríamos hacer miles de cosas mejores, como ir a comer brunch a un bar con mesas en la vereda, o ir a revolver ferias de antiguedades, o a la pileta de una amiga o a un ciclo en el Malba. Pero no vamos. O no los domingos. Los domingos preferimos encerrarnos a sentir autocompasión y a flagelarnos porque no tenemos pareja. Es nuestro hobbie secreto.

Pero recientemente, sumé una nueva actividad dominguera. Ahora, aparte de pasear en pijama por la casa, también pienso por qué me tocan tipos como Eduardo y no como Matías, el nuevo de la oficina, que es absolutamente perfecto. Podría dar miles de razones. La primera es que no me parezco a Giselle Bundchen, pero en realidad es más simple (Sí, más simple que ser o no ser Giselle). Los tipos como Matías no salen con chicas que pijamean y miran repeticiones de “Charmed”. Los Matías perfectos salen con las chicas que se ponen anteojos de sol y se van a brunchear a Olsen con un amigo gay.

Y es verdad que intercambié sólo tres palabras con Matías y no se nada de él. Todo esto corre por cuenta mía, por lo que me imagino cuando lo escucho hablar por teléfono o cuando le miro su ropita gris de diseñador joven. Pero convengamos que estas cosas nunca fallan.

Así como para los hombres dividen a las mujeres entre “a las que le dan” y a “las que no le dan”, nosotras hacemos una clasificación más finita (me caso, no me caso, me da bola, no me da bola, se lo presentaría a mis amigas, lo escondería, etc etc). De vez en cuando aparece uno como Matías, que entra en todas las categorías (”me caso”, “se lo presentaría a mis amigas”, “me va a romper el corazón” y, para equilibrar, también en “no me daría bola”).

Matías no habla con nadie, es una suerte de tímido (pero no tímido-tartamudo sino tímido-huraño, que es la mejor timidez). Tiene cara de oscuro, un poco torturado, de que le rompieron el corazón hace cinco años y nunca más volvió a salir con una chica. Es hosco, evasivo, gruñón (tiene el síndrome de “El paciente Inglés”). Jamás tiene muestras de cariño, ni siquiera con la recepcionista que es, curiosamente, igual a Giselle Bundchen. La esquiva, la mira con cara de asco, y no, no porque sea gay, sino porque la considera vulgar y agresiva. Está todo el día con sus auriculares, y cuando habla por celular se aleja y habla en voz baja de manera muy escueta y puntual. Está siempre despeinado perfectamente. No come con nadie de la oficina. Se sienta sólo a leer un libro. No mira televisión, sólo películas y alguna series. Tiene un perro divino con un nombre cool como Ajax, que es su mejor amigo.

Todo eso es Matías, o esa conclusión saqué yo luego de espiarlo una semana entera. Además, el otro día me lo probé. El estaba parado en el teléfono, al lado de una pared espejada y me paré al lado, con el brazo escondido detrás de su cintura… ¿Y saben qué? Me quedaba perfecto.

Carolina Aguirre - Ciega a Citas


Saturday, May 15, 2010

Una joyita de fin de semana

Un regalito para el día frío que hace. Una buena mina, con un buen tema y una buena versión. Lo que no esta buena es la calidad del video (tapense los ojos y disfruten).
El mouse por aca con un click sr.


Have a nice Saturday.

Thursday, May 13, 2010

¿Para qué ganar?


En el medio del caos se le ocurrió aparecer, seduciendo siempre con su mirada de "no se que".
Y se le escapaban duendecitos de maldad, de esa sonrisa revalsada en sopa de venganza y felicidad. Esa envidia que se acaba con un simple triunfo.
¿Para qué querer ganar? Para mostrar, siempre se quiere ganar para mostrar.

Wednesday, May 12, 2010

I told u I couldn't stop

Que lindo es cambiar de aire un par de veces a la semana.
Les presento mis cambios de aire:

Sunday, May 9, 2010

Esos días en los que te aburrías y empezabas a pensar

A veces cuando uno se siente tan aislado de todo, tan fuera de contexto empieza a imaginar (o por lo menos eso hacías vos) que pertenece al otro lado del planeta. Que en realidad tu casa no esta acá, si no allá; que las personas que deberían estar acompañándote no son las que tu destino te indica y tal vez que el amor se encuentra del otro lado del planeta.
Y ahí venía la parte en la que te imaginabas en China, con amigos chinos, con una novia china y con esas casitas de colores con techos raros que se ven en las películas chinas.
Yo creo que el destino puede existir o no. Podes creer que tu destino esta acá, allá o donde vayas vigilándote; nunca te liberás y es él, el que marca tu vida. O simplemente podes pensar que no existe tal invento. Que mi vida siempre va a depender de mí y la voy a poder ir cocinando paso a paso. Si yo me quiero quedar para siempre acá y sufrir las consecuencias: bien por mí. Si yo quiero irme hasta China a probar fortuna: también bien por mí. Las cosas pueden cambiar si yo las muevo de lugar.
Sí, exactamente eso era lo que decías después de cada vez que te sentías fuera del mundo y venías por mí.

Saturday, May 8, 2010

Reposo de sábado por la noche

Okey, quería un descanso de joda. Pero... ¡¿¿Puede un Sábado a la noche en casa llegar a ser tan aburrido??!

Tuesday, May 4, 2010

Así es como funciona: eres jóven, hasta que dejas de serlo. Amas, hasta que dejas de amar, lo intentas, hasta que no puedes más. Te ríes hasta que acabas llorando. Lloras hasta que te ríes. Y todo el mundo debe respirar, hasta que llegue su ultimo aliento.

No, así es como funciona: Tras de ver dentro de tí mismo, tomas las cosas que quieres, e intentas amar las cosas que tomas. Y entonces coges ese amor que creaste, y lo metes en alguien, en el corazón de alguien. Bombeando la sangre de alguien, y caminando abrazados, esperas que no se haga daño, pero aún sucediendo, lo vuelves a repetir todo.
Regina Spektor - On The Radio


Monday, May 3, 2010

Sí, la del dibujito soy yo (y la del mal humor también)


Cosas que no tenés que decirme cuando estoy de mal humor:
  • -¿Te vino?
  • -Que día tenemos hoy.
  • -Che ¿Qué te hiciste en el pelo?
  • -Si seguís comiendo se te va al culo.
  • -Callate.
  • -Convidame.
  • -Histérica.
  • -Acordate que vivís en Bahía Blanca.

Cosas que no tenés que hacer cuando estoy de mal humor:
  • Preguntarme cada 1 minuto 35 segundos por qué tengo tal cara de ojete.
  • Criticarme (todo bien con que te la des de crítica constructiva la forreada que tenés para decirme, pero en este momento: no).
  • Pedirme que te repita toda la historia de Pedrito Gomez que acaba de contar al lado mío porque estabas más lejos y no escuchaste.
  • Que pasado el primer ítem vuelvan a hacerlo aunque haya contestado "nada".
  • Preguntas a planes demasiado lejanos y futuros.
  • Recordarme que había que hacer algún trabajo, barra tarea barra lo que sea, para hoy (ojo, este es solo en el caso de que no lo haya hecho, caso contrario, ayuda).
  • Que no me dejen hablar.
  • Que llegen tarde.
  • Comerte la última porción de postre (sea torta, sea lo que sea) para que cuando llegue a la heladera me de cuenta que ni siquiera un buen plato dulce de motivación a la gordura me va a sacar el mal humor.

Se encuentran todos avisados.