Recuerdos que se van, y que vuelven con el tiempo.
Que se alejan solo para desaparecer en el universo infinito de la memoria perdida. Aquel universo al que solo entran unos privilegiados y no sale nadie. ("nadie", exceptuando de esas veces en que objetos/personas vuelven a nuestras vidas con el simple objetivo de remover el polvo de la cajita del olvido).
Y eso en algún momento buscamos todos, la indiferencia instantánea (que solo se consigue con perseverancia que es justamente una clase de "antónimo" de esa palabra).



"And I don't mind..."
Really I don't mind? Mmmm. Bueno si, hagamamonoslo creer.

¿Qué pasa cuando... no podes ver, y culpas a tus ojos?
Hay algo escondido en el fondo del asunto y no lo encontrás. Simplemente porque no buscás.
¿Buscar? Buscar, buscas excusas, lamentos, razones. Pero nunca una solución.
¿Y qué pasaría si algún día nadie te escuchara? ¿Si quedaras sola? Ya no podrías regalar tus justificaciones por ahí, evidenciando errores.
Solamente estarías vos, y tu cabeza, claro. Dándote vueltas como una calesita, escuchando una y otra vez eso que nunca oíste.
Recordando cada uno de tus tropiezos, cada una de tus caídas. Y ahí te encontrás de lleno con una soledad oscura que te revela la verdad de la que siempre escapaste (Fuigitivos de la certeza).
¿Hay algo peor que no reconocer tus propios errores? Sí, reconocerlos tarde.

"Queda a cargo tuyo, mi insoportable humor.
Me guardo las promesas que dijiste, mientras tus fotos van perdiendo color. Me trago tus cartas con ese asqueroso sabor y pido a dios no cruzarte por favor.
No hay nada que te recuerde en esta habitación, las paredes vacías sufren la locura y el tacho explota de basura".

Y de golpe sus sueños empezaron a cambiar, de esperar cuentos de hadas, paso a simplemente soñar la libertad.