Florencia

No sentía ya, el sonido de su voz en el interior de su propia mente. Aturdida de silencios, decidio emprender otro camino. ¿Cuál sería la mejor decisión? Pensar es fácil, hallar soluciones no. Era lo único que se repetía mientras su mente, negativa, se confundía con reboltijos de ansias de cambiar. Mentía si decía, tu ya no me importas. Pero en su interior, siempre algo le decía que estaba llegando el momento de que todo terminara. Mientras su bebida se acababa, y el rimel de sus ojos se corría, las lagrimas todavía no decidían cesar. De pronto algo le dice, esto asi no puede seguir. Alguien se acerca, lo puede oir. Recuerda las palabras, que se clavan en su mente. Levanta la mirada. Y hasta siente sus pisadas. Abre la puerta, pero ya no esta. Otra vez la misma historia, ilusiones locas, que deciden aparecer. Y ella triste y ya sin esperanzas, siente que no le quedan motivos, ¿Para que es necesario creer?